Reparación: poner fin al pasado

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Por Emmanuel Argo*- Lucien Cidalise Montaise*

Durante 3 siglos, los países europeos han practicado la deportación de millones de africanos con fines económicos. En Francia, se votó la abolición de la esclavitud en 1848. Al año siguiente, se votó la compensación de los colonos. Se les asignan cerca de 12 millones de francos en compensación, la mitad pagada inmediatamente y la otra en forma de renta vitalicia durante 20 años. Reparación, sí, pero a los que hicieron fortuna a través de la esclavitud, es decir a los colonos-béké-esclavistas cuyo poder económico se ve reforzado.

En mayo de 2001, la llamada ley “Taubira”, que lleva el nombre de la diputada de Guyana, hija de descendientes de esclavos, reconoció la trata de esclavos y la esclavitud como crímenes de lesa humanidad. La ley no prevé indemnizaciones. Ya en 2005, el Movimiento Internacional por las Reparaciones -MIR-, liderado por Garcin Malsa y el Colectivo de Hijas e Hijos de Africanos Deportados -COFFAD-, entre otros, demandaron al Estado francés con un pedido de reparación y compensación económica en múltiples jurisdicciones. de tribunales El 7 de noviembre de 2018, la solicitud fue rechazada por el Tribunal de Casación de París en medio de la indiferencia general. Se debe alentar a las asociaciones que han tomado la iniciativa de acudir a los tribunales a que continúen con su enfoque. Para información. Francia recibió la orden en 2014 de pagar millones de euros a los estadounidenses descendientes de víctimas o sobrevivientes del Holocausto.

Una ''igualdad de derechos'' con geometría variable

En estos tiempos de incertidumbre económica, social y política, por su color de piel, los franceses de ultramar se están convirtiendo en ciudadanos no por derecho propio sino totalmente aparte: derechos desiguales al trabajo y a la vivienda, desprecio, diversas humillaciones, verbales y físicas. ataques etc Sin embargo, el impuesto de sangre fue pagado por africanos y afrodescendientes en 14/18, en 39/45, disidencia en las Antillas francesas, pero también en México en 1892, cuando los martiniqueños se unieron a las tropas de Napoleón III. Así, la minoría de “no blancos” sigue siendo una variable de ajuste, útil o inoportuna, dependiendo de los azares políticos y económicos. Las desigualdades sociales que desestabilizan a las poblaciones de la UE afectan también a los territorios de ultramar, que concentran el envejecimiento demográfico, la inmigración irregular, la delincuencia, la inseguridad y el desempleo. Del exilio de los jóvenes marineros de ultramar a Europa, surge localmente una actitud de espera, retraimiento y amargura.

Construir el futuro requiere abandonar las limitaciones del pasado.

http://www.mundus.ac.uk/images/africa00.gif La deportación de millones de africanos con fines de esclavitud los dispersó por todos los océanos o continentes. Estos afrodescendientes constituyen la 6ª región que la Unión Africana reconoce. Las 5 regiones de África y esta 6ª región forman lo que llamamos África que, para 2030, tendrá cerca de 2 mil millones de personas. Pronto esta fuerza demográfica, sumada a la riqueza mineral y natural, constituirá los cimientos de un desarrollo económico autónomo a partir del cual se podrán establecer alianzas en lugar de las actuales relaciones poscoloniales. Territorios de Africa Mundus, “nuestros” territorios de ultramar dan a Francia el privilegio de ser la primera nación en la Zona Económica Exclusiva.

Recientemente en las Indias Occidentales, el Presidente de la República Francesa devolvió a los líderes políticos locales su autonomía en términos de manejo de sus problemas. de que acto. Entonces, vayamos más allá y pidamos una reforma constitucional para un “arreglo” [término de juristas] de los estatutos para crear una gran región autónoma de ultramar que reúna a las Antillas y la Guayana Francesa. Esta futura gran región que se beneficia de recursos climáticos, marítimos y de otras materias primas sería, para la Unión Europea, una gran comunidad geoestratégica. Apostando por una agregación de sus fuerzas, podrá poner fin a un presente muy influenciado por su historia.

La reparación como palanca de desarrollo

Tal proyecto, que también se aplica a otros territorios de ultramar, requiere recursos. Así, como compensación por los crímenes del pasado, proponemos que, al igual que la renta pagada a los colonos desde 1849, se otorgue una renta por parte del Estado para complementar un fondo de inversión reservado exclusivamente para iniciativas locales de desarrollo económico, social y cultural. Proponer la creación de una formación innovadora para la explotación de los recursos naturales y el desarrollo de infraestructura portuaria para el comercio con los países vecinos. Propongamos que se pague a la Gran Región un tantième sobre el oro extraído y otros recursos como la madera, en Guyana, el turismo en Guadalupe, el ron en Martinica, etc. etc… A nivel local, una comisión específica tendrá que estudiar la redistribución de la tierra para fomentar la producción de hortalizas, o cualquier otro tema específico. La reparación debe permitir así una salida definitiva del bienestar, aislamiento e influencia de unos pocos herederos que mantienen la dependencia de las importaciones y actúan como freno a la autonomía.

Limitar el exilio de los jóvenes y fomentar el regreso a casa de los ultramarinos es el resultado que se espera de un cambio de paradigmas. Estar constantemente atentos a este anhelo por la existencia del futuro de nuestras regiones, separadas únicamente por la necesidad de una voluntad económico-política para enfrentar mejor las realidades que a nuestro juicio las perturban, las abruman y desarrollan el egocentrismo. Esta propuesta de cambio de paradigmas impone un mejor intento de conjugar nuestras fuerzas y la aceptación de la democracia en las opciones que se adopten. Todos estamos mezclados por la historia, la cultura, el desarrollo. Demostremos al mundo que podemos ser iniciadores-creadores al mismo tiempo. Lo creemos. Propongamos y firmemos, pues, esta intención destinada a los pueblos que sufren, víctimas durante siglos de la división y del desconocimiento del otro.

*Emmanuel Argo, miembro de la red Africa Mundus, miembro de Chatham House y de la Sociedad Histórica de la Universidad de Oxford en Reino Unido. Coautor de: Integración regional: Asociación Económica. Acuerdos para África Oriental y Meridional. Autor del prefacio de: ¿Quién amenaza la paz y la estabilidad de África, así como el concepto NegroEvolution.

*Lucien Cidalise Montaise, miembro de la red Africa Mundus para las Indias Occidentales. Ex Presidente de la Orden de Arquitectos. Ex-miembro del Consejo de Cultura, Educación y Medio Ambiente.